Parque Rural de Anaga

A escasos minutos en coche de la capital (Santa Cruz de Tenerife), encontrarás el Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera, que ha conseguido conservar sus valores naturales de manera excepcional. No serás el primero que cae rendido ante su bellísima y abrupta cordillera de cumbres recortadas. Los profundos valles y barrancos que descienden de ella consiguen llegar hasta el mar y formar numerosas playas en las que podrás darte un refrescante chapuzón. Esta zona alberga, además, una fauna y una flora rica en endemismos.

El Parque Rural de Anaga ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de la Isla de Tenerife. Con una extensión cercana a las 14.500 hectáreas, abarca una parte importante de la Isla de Tenerife y se extiende por los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste.

Constituye una de las principales áreas de esparcimiento del municipio y es también un gran atractivo turístico.

Cómo llegar:

Guagua (autobús): Desde Sta. Cruz, líneas 945 y 947. Desde La Laguna, líneas 076, 077, 273, 274 y 275.

Coche: Desde Santa Cruz, por la TF-11, que une Santa Cruz con San Andrés, y luego la TF-12 hasta Igueste de San Andrés y El Bailadero, y desde allí la TF-134 hasta Taganana, Almáciga, etc.

Qué ver:

Ya solo la impresionante robustez de sus montañas elevadas sobre la vecina costa es una imagen tan atractiva como singular, pero si de verdad quieres disfrutarlo deberías recorrer sus numerosos senderos y llegar hasta alguna de sus encantadoras calas de esa fina y brillante arena negra (como la de Benijo) que salpican esta costa. Aprovecha para descalzarte y pasear sobre la delicada arena volcánica, darte un baño en sus aguas atlánticas provoca una incontenible erupción de sensaciones.

En el paisaje de la zona también destacan las formaciones geológicas como los roques (antiguas chimeneas volcánicas), los diques (fisuras rellenas de magma solidificado que identificarás como “muros” en medio del paisaje), los acantilados y los escarpadísimos barrancos. Otra de las estampas más inolvidables es, sin duda, la del mar de nubes.

Arriba, en las zonas más altas, encontrarás la mejor representación de laurisilva de todo Tenerife. Se trata, nada menos, que de un fósil viviente, una reliquia que ha sobrevivido desde hace 40 millones de años. La cuenca mediterránea estaba cubierta por este tipo de bosque hasta que las glaciaciones acabaron con él. Pasear entre los troncos retorcidos y llenos de musgo de esta húmeda selva, equivale a hacer un viaje en el tiempo. Escúchalos, siéntelos, respira el mismo aire prehistórico. Por si esto no fuera suficiente, el macizo de Anaga es una de las áreas geológicamente más antiguas de Tenerife y eso, junto a las diferencias de altitud, de clima y de suelo, permiten una enorme variedad biológica pese a lo reducido de su superficie. Están representados prácticamente todos los ecosistemas de la isla, salvo el de alta montaña. Podemos encontrar vegetación costera, zonas de cardonal-tabaibal, dragos y palmeras canarias.

Y si la flora es rica y diversa, la fauna no podía ser menos. Los protagonistas indiscutibles son los invertebrados. Podrás encontrar casi un centenar de especies únicas en el mundo. Si te apasionan las aves podrás encontrar algunas tan emblemáticas como la pardela cenicienta, el cernícalo, el búho o las palomas rabiche y turqué (ambas consideradas reliquias vivientes y especies endémicas de Canarias). De hecho, la abundante presencia de avifauna ha dado lugar a que Anaga sea una Zona de Especial Protección para las Aves. Y no menos importante es la increíble fauna marina, una delicia para los ávidos ojos submarinos, con especies destacadas como el chucho (una especie de manta), la merluza canaria, la vieja o una anguila autóctona que se encuentra en peligro de extinción.

El parque también sirve de asentamiento para pequeñas poblaciones humanas. Podrás encontrar hasta 26 núcleos o caseríos, que suman un total de 2.000 personas. Sus habitantes se dedican eminentemente a la agricultura a pequeña escala, cultivando productos tan tradicionales en esta zona como las batatas, las papas, los ñames, la viñas y distintos tipos de árboles frutales.

Qué hacer:

Tienes muchísimas opciones para disfrutar del Parque: senderismo, mountain bike, paseos a caballo... Si lo tuyo es el mar puedes aprovechar sus vientos para practicar vela, sumergirte en sus bellas profundidades en una divertida jornada de buceo, galopar sobre una tabla de surf las fuertes olas del Atlántico, dirigir un kayak adonde tú quieras, incluso probar con el esquí náutico o con el wakeboard.

Dentro del Parque existen varias zonas de especial protección cuyo acceso está regulado. Si deseas conocer qué esconden debes consultar las condiciones a través del Área de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife, en el teléfono 922843097 o mediante el correo coordinacionmam@tenerife.es

Si quieres acceder de manera cómoda a todas las actividades que ofrece el Parque una buena opción es alojarse en el Albergue de Anaga. Situado en la localidad de El Bailadero, es un balcón a las dos vertientes del Macizo de Anaga. Está a corta distancia de las mejores playas de la zona y dispone de todas las comodidades.

Albergue de Anaga
Carretera El Bailadero - Chamorga, 38129. Santa Cruz de Tenerife
Tel. 0034 922823225
Web: www.alberguestenerife.net
Tarifas: desde 14,50€

Orientado a las labores de investigación, conservación, divulgación del Parque, también merece una visita el Centro de visitantes Cruz del Carmen, que organiza visitas especiales para grupos.

Centro de visitantes Cruz del Carmen
Ctra. Las Mercedes, Km 6, 38294. San Cristóbal de La Laguna
Tel. 0034 922633576
E-mail: cvisitantes@cabtfe.es
Horario: de lunes a domingo de 9:30h a 16:00h

Qué llevar:

Todo depende de las actividades que tengas pensado realizar. Si te has decidido por alguna ruta por los senderos de la zona llévate siempre un teléfono móvil por los imprevistos. Protector solar y gorra. Abrigo y chubasquero porque a veces el clima puede cambiar rápidamente. Agua y comida para reponer fuerzas y, por supuesto, un calzado deportivo adecuado ya que puedes encontrarte con zonas bastante escarpadas. No te olvides del bañador porque si la caminata acaba en una de las encantadoras y calas de la zona no habrá nada mejor para recuperarte con un refrescante baño en el océano.